La era digital está siendo un factor clave en la producción y la tecnología de procesamiento, la digitalización y la inteligencia artificial nos está permitiendo descubrir patrones, relaciones y correlación en una gran cantidad de datos, y nuevos algoritmos que nos llevan a descubrir modelos mejorados y completamente nuevos de sistemas complejos.
La Industria 4.0 es la introducción de tecnologías como: almacenamiento en la nube, inteligencia artificial, internet de las cosas, robótica, automatización, entre otras, para hacer de las actividades industriales y de fabricación procesos independientes que faciliten la producción e intervención humana.
Es inevitable y es obvio que estas evoluciones afectarán enormemente a la tecnología de los productos en la industria, y desafía a las empresas a descubrir oportunidades en el desarrollo y procesamiento de sus actividades. La carrera por la innovación aún está abierta. La digitalización y la Industria 4.0 no son soluciones ni productos listos para usar que podrán ser elegidos de un catálogo. Es más bien una especie de mentalidad o filosofía pensar completamente en la tecnología de los plásticos desde una perspectiva digital para estimular innovación.
El concepto de Industria 4.0 fue explicado por su creador, Henrik Von Scheel, de la siguiente manera: “La cuarta revolución industrial es la confluencia de tres mundos: el físico, el digital y el industrial. Cambia nuestra economía, cambia la forma en que interactuamos y cómo consumimos los productos”.
Pilares principales de la industria 4.0
Esta evolución mejora la productividad, la eficiencia y la calidad de los procesos mediante el análisis de de los datos ya que las empresas pueden obtener información sobre sus procesos e identificar formas de mejorarlos. Automatiza tareas para que los empleados puedan centrarse en tareas más creativas. Uso de maquinaria avanzada o robots para optimizar la producción mediante la realización de tareas repetitivas en líneas de montaje y producción. La digitalización de procesos permite un seguimiento preciso del estado de un producto o servicio en tiempo real. Permite el desarrollo de productos personalizados que satisfagan las necesidades del cliente frente a la competencia, así como la adaptación constante a la demanda. Proporciona un servicio postventa personalizado para cada cliente. Mejora de la eficiencia energética en la producción industrial y reducción del impacto ambiental.
La automatización y la tecnología permiten una producción más eficiente con menos errores. En resumen, la flexibilidad, el costo, la eficiencia, la calidad y la ventaja competitiva son los beneficios clave de la adopción de la Industria 4.0 por parte de las empresas.
Mientras que la Industria 4.0 está impulsada por el valor de la tecnología como integrador de sistemas, la Industria 5.0 se verá estimulada por el valor de las empresas para lograr objetivos sociales y proporcionar las claves para una transición hacia una industria sostenible, centrada en el ser humano.
En conclusión, debemos tener en cuenta que la Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial supone un cambio importante en la forma de diseñar, fabricar y comercializar los productos y servicios de las empresas en un entorno cada vez más competitivo donde los datos y la capacidad de procesarlos son clave.
La llegada de las tecnologías de la industria 4.0 fue una evolución de otras tres revoluciones. Los avances tecnológicos han pasado por un proceso histórico, que va desde la industria 1.0 hasta la 4.0.