Los compuestos de PVC atóxicos están formulados para garantizar la seguridad en aplicaciones donde la salud humana es prioritaria. Son adecuados para juguetes infantiles, envases de alimentos y productos médicos.
Su composición libre de sustancias nocivas permite su uso en entornos sensibles. Además, pasan por rigurosos controles de calidad que aseguran su confiabilidad y pureza.